La idea de que el hombre es inmortal ha llevado al mundo cristiano a otro terrible engaño. La filosofía de que tanto los buenos como los malos poseen la inmortalidad está diciéndonos que, sea que uno vaya al cielo o al infierno, no puede morir. Vive para siempre, en suma felicidad o en tormentos inacabables.
Category: Volume 11
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